martes, 13 de febrero de 2007

SABOT, bienvenida y hasta luego.

Katafú cuenta el paso de SABOT por Chile.....




Viernes 19 de Enero de 2007, Aeropuerto de Pudahuel

Alrededor de las 13:50 hrs. esperamos la llegada de Sabot en un vuelo de Lan Chile procedente de Buenos Aires. Ni el número del vuelo, ni la hora en el tablero de llegadas
coinciden con el que tenemos, ni la compañía nos entrega información de los pasajeros por "razones de seguridad". 14:30 hrs. Desde un pasillo superior veo, junto a las correas de equipaje, un estuche que parece contener una guitarra o bajo o teclado y un baúl de dimensiones medianas que podría contener cualquier cosa. Son ellos. Por fin. Después de 6 años de planearlo. Hilary y Chris. Veo que aparecen, con su sonrisa amable y su innegable estampa de norteamericanos fuera de Norteamérica en una misión especial. Emoción, abrazos y besos suceden y enfilamos sin demora por la ruta 68, apretados en un auto rojo, rumbo a Valparaíso. Una parada previa en Viña del Mal (a comer palta con pasta y café, a descansar, a fumar un cigarrillo, a mirarnos a la cara, a reír de lo increíble que es ver que son reales y no sólo una idea en la pantalla del computador) nos prepara para cruzar la costanera al crepúsculo y aterrizar en la Sala Rubén Darío antes que se ponga el sol. Es cerca de la hora de inicio del concierto, por lo que Sabot deciden no probar sonido para no modificar todo lo que ya ha avanzado Pegamento, banda organizadora de la fecha. Luego de un paseo en ascensor por los cerros cercanos al local, donde contemplamos la bahía y comparamos la ciudad con su ciudad natal, San Francisco, volvemos a la sala donde la gente ha llenado las butacas para alegría de Simón de Pegamento (que creyó y cree en esto) y de todo el resto de los involucrados. El concierto de los anfitriones es discreto lo que me hace pensar que es una buena introducción para lo que se viene. Chris extrae su bajo de acrílico transparente para limpiarlo. Lo observan 2 niños que no tienen idea que él no habla español. Le dicen: "qué bacán, qué bacan", lo tocan. Él los mira y sonríe.
Cuando Sabot toma el escenario lo modifica por completo. Cambian la posición de los equipos (para horror de los sonidistas) y se tardan lo que sea necesario para encontrar la posición exacta en el espacio y el sonido y esa demora es absolutamente compensada. La mayor parte de los temas que tocaron son de su último disco "D.I.O" (Do it Ourselves) y son interpretados casi sin pausa, sin respiración, concentradísimos, lo que transforma un set macizo, de música fracturada con tintes de punk progresivo, en algo mucho más dinámico. Un rock altamente demandante de atención. Verlos tocar juntos ya es un deleite. Es algo que se transmite a la gente, que luego de haber escuchado y apreciado en silencio, aplaude y ovaciona el final de la lista de temas y los invita a volver a salir para un par de temas más.
Primer show de la gira y hay alegría en el aire. La noche se cierra en un bar de la calle Cumming con Ron y Cerveza y nuevos y viejos amigos, cansancio, papas fritas, agua y a la cama.

Sábado 20 de Enero de 2007, Viña del Mal

Mediodía en Chile. Pan, palta, café y cigarrillos. Buenos días, vamos a la playa.
Un sol infernal sobre nuestras cabezas adormiladas nos acompaña en paseo turístico por la costa viñamarina. Acapulco, Muelle Vergara, la playa gay al final. Helados, cerveza, agua mineral. Sobre las 16:00 hrs. decidimos volver a Santiago apretados en el mismo auto rojo. Entramos a la capital por la nueva carretera junto al río. A 120 kilómetros por hora todos ese conjunto de edificios del tamaño de una catedral ve hasta imponente. Los alrededores de La Berenjena se ven despoblados a las seis de la tarde. Sabot se hospeda en un hostal cercano para una pequeña siesta mientras la pandilla de la banda Innombrable aparece en el lugar del concierto, a la hora, con una puntualidad inglesa, con los equipos para la noche.
La prueba de sonido es un poco incómoda por las dimensiones del escenario. Pero suena óptimo, poderoso, tal vez demasiado para un lugar como éste. Mostro actúan de teloneros brindando un concierto contenido, auque a ratos la furia de la familia Reinoso amenaza con romper todo. Sicodelia, minimalismo/repetición y maltrato de guitarras. Grandes.
Sabot decide proyectar un cortometraje acerca de ellos realizado por gente de Francia el '99. Son 19 minutos que les sirven para instalarse lo mejor que pueden en este espacio. Se ve que la gente que ha venido los ha venido a ver a ellos en su mayoría, con una curiosidad que se agradece. Su set es largo y variado. Entre la gente se provoca cierto trance gracias a la rítmica que imprime Hilary en su batería. Veo al Sr. Araya y veo al Sr. Buscaglia (a quienes se agradece lo correcto de su gestión) observando concentrados el recital con una cara que no sé si es de miedo o de total agrado. No todos aguantan la experiencia completa. Algunos se desconcentran y mucha gente baja a tomar aire al primer piso. Hace un verano caluroso acá adentro. Sabot termina su set entre aplausos y sonrisas. La fiesta posterior nos manda a todos a dormir, menos a mí.


Domingo 21 de Enero de 2007

Dormí una hora, entre las 6:30 y las 7:30 para salir a una ciudad que pudo dormir más que yo. En el hostal ya me esperaban, desayunados, Hilary y Chris con sus mochilas gigantes que debieron dejar ahí mismo por no caber en el taxi que, malhumorado, conducía un viejo al que mandé a la mierda, por querer cobrarnos más dinero por usar su maleta. Chilean Business. 5 horas más tarde nos bajamos del Tur Bus en el terminal de Chillán donde somos recibidos por Germán, de la banda Isidora Harte, su padre y gente de otra banda, Jonson Overdrive que también tocan esta tarde. El bar del concierto lleva el nombre de un personaje de los Simpsons, Moe y está en alguna calle de perdida de esta ciudad que no debe estar muy acostumbrada a un concierto de domingo. Por ir en búsqueda de un café y caminar por la ciudad nos perdemos a Bruno Battaglia(la banda nueva de Paulette) y The Isidora Harte. Caemos a ver a Johnson Overdrive que tocan con proyecciones de fondo y han invitado en voz y efectos especiales a Ervo, de Diablo.
En su peak deben haber unas 50 personas, en su mayoría veinteañeros que parecen disfrutar cada nota que sale de los instrumentos de Sabot y que sigue con atención cada movimiento de su música que a ratos ya no es ni punk, ni rock, menos jazz.
Tras la despedida, nos subimos al camión del padre de Germán para ir a su casa a comer y descansar. Su madre prepara champiñones salteados y hay tomates, hay palta, hay una botella de tinto de litro, cerveza. Ella nos cuenta que desde que sus 2 hijos tocan en Isidora Harte toda la dinámica de la casa cambió. Se come vegetariano y se escucha punk en sus distintas versiones. Se respira amabilidad en esta casa y eso se agradece.
Mientras comemos viendo televisión pasamos por Animal Planet hasta llegar al Festival del Huaso de Olmué. Hilary se sorprende de la cantidad de mujeres tocando instrumentos en el folklore chileno y lo hace notar. Sonríe cuando vemos a Juanita Parra tocando la batería en Los Jaivas (Chris también hace algún comentario sobre el bajo de Mario Mutis y su edad)
Fumamos otro cigarro para pasar a ocupar la pieza de Germán en su totalidad.
Sabot ronca. Un poco.
Gracias Germán.

Lunes 22 de Enero de 2007-02-12,en la carretera de Chillán a Santiago.

5 horas de vuelta en un Pullman caluroso como la mierda. Somos sometidos a 3 películas DVD de Steven Segall. Seguidas. Vemos al tipo pasar de ser un jovencito flaco con una melena desastrosa, a ser un gordo con una cola de caballo cuma y un abrigo de cuero largo. Unos alfajores son devorados en el camino. Pienso que después de sudar como suda Sabot en cada concierto la única forma de reponerse es a punta de sueño, comida y agua. Pienso en cómo para estos 2 viejos amigos el estar todo el rato moviéndose es una cuestión de supervivencia, ya sea en Pakistán o sobre un bus repleto a la altura de San Vicente de Tagua Tagua. Santiago nos recibe a la hora en que la mayoría de los mortales sale del trabajo. Arrastrando ese baúl con la manija rota por la Alameda, Hilary sigue transpirando, hasta que alcanzamos un taxista con la voluntad necesaria para llevar las cosas hasta el Cine Arte Alameda. Son las 19:00 hrs. hora de comer algo por los alrededores de Plaza Italia, lo que no es nada fácil para una vegetariana y 2 carnívoros, uno de ellos sin mucho dinero en los bolsillos>
Luego, de vuelta al lugar donde la pandilla Innombrable ya probó sonido por la mañana. Sabot se va en busca de un café mientras alistamos los detalles para la noche. La gente empieza a llegar desde temprano. Algunas caras conocidas y muchas caras nuevas. A quién vendrán a ver? A Taller Dejao?
No sé en qué momento esto empieza a repletarse, como no lo había visto desde que tocó LaFloripondio el año antepasado. Excelente para un Lunes de Enero. Innombrable se prepara para un set de media hora de punk rock con algunas intervenciones de humor críptico entre tema y tema. El sonido es bueno y contribuye a la correcta presentación del trío ñuñoino, quienes también han puesto gran dedicación en contribuir a la causa de estos shows.
Después de varios meses sin verlos, meses en los que no tenía claro si iban o venían, si la carrera solista de Gepe se comería o no a su banda anterior para sepultarla en el recuerdo, salen a escena Taller Dejao con el apoyo de buena parte el público.
Javier con su bajo de mil cuerdas, Gepe sentado tras la batería que tan bien domina cuando todo calza y se combina. Arrancan: 1,2,3,4! Y siento que algo pasa. Las canciones de su primer y único disco suenan más lentas. No me equivoco si digo que más desganadas. Busco esa energía urgente de antes, de la primera vez que los ví tocar en una fiesta o de cuando grabaron 13 canciones en una tarde para su primer cd, pero no la encuentro. ¿Será un mal día? ¿O será que ya fue? Será posible que ya no tengan interés? ¿Qué la magia se evaporó?
Sabot asalta el escenario para reacomodar todo mientras la gente trata de ubicarse frente a ellos para no perder detalle alguno. Un "hello" dicho por Chris al público con una sonrisa tranquila, Hilary marca con sus baquetas el principio del primer tema y ahí van otra vez. Tocan temas de todos sus disco unidos nuevamente con un hilo invisible que las transforma en un todo sólido y sutil a la vez. El sonido es excelente. Crea una especie de trance que sale a borbotones de los parlantes. Un show largo, extenuante para músicos y público. La gente demanda que sea más largo aún cuando ellos empiezan a pensar en retirarse y se les pide un par de temas extra. Sabot lo ha entregado casi todo y no les queda más que, para cerrar con el broche de oro, interpretar su último tema A Capella frente a toda la gente que los mira boquiabierta y satisfecha. La celebración posterior se prolonga unos minutos hasta que debo ir a dejarlos a su hostal en un taxi con sus cosas, medio borracho pero a más no poder de contento.

Martes 23 de Enero de 2007

Habíamos quedado de preparar un almuerzo en casa para despedirnos a cargo de Chris, de quien sabemos que ha trabajado como chef de comida francesa en Europa y Estados Unidos, pero cierto trámite en la oficina de correos los demora más de lo necesario.
Un cambio de planes nos sitúa a Sabot y algunos eminentes invitados como el Sr. Julio Cortés y el Sr. Budrovic, en un restaurante de calle Santa Isabel enfrentados a un menú de lasagna y porotos granados que fueron disfrutados con mucho gusto. Posterior a esto y cuando todos los chilenos debían correr de vuelta a sus trabajos, degustamos un último café en casa bajo el parrón, procedemos a la triste despedida, que como siempre hemos dicho, "no es un adiós, sino un hasta luego".

Un placer.